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jueves, 3 de abril de 2014

MI VOZ A LOS 14 AÑOS

Podríamos seguir criticando millones de noticias, de videos, de documentos con cierta relación con las educación, pero parémonos a pensar en una cosa, ¿Saben que puede opinar una niña de 14 años con respecto al sistema educativo y políticas educativas, y qué cosas le pueden inquietar o no en la actualidad y en su futuro? Pues lean atentamente lo que me contesta María Regalado de 14 años sobre esta gran pregunta que se le plantea.
                    “La política educativa aprobada por el gobierno del Partido Popular, publica una clara privatización del sector de la educación. El camino a la universidad por lo tanto, es un camino difícil. La preparación académica previa es fundamental, obtener buenos resultados académicos desde la ESO, pasando por el Bachillerato es primordial para poder tener opciones para decidir qué carrera cursar. El tener buenos hábitos de estudios es necesario para poder fortalecer la base de la decisión que tomaré dentro de pocos años. Tengo que tener claro lo que quiero estudiar, para ir trazando el camino correcto. Quizás lo más difícil es saber elegir con tan poca edad, porque me condicionará el resto de mi vida. Una buena elección será un mejor futuro.
                    El paso previo es la elección de las asignaturas de cuarto de la ESO y el decantarme entre las opciones de bachillerato en función de la carrera que voy a escoger. Mis opciones de futuro es una decisión que debo coger hoy. Por eso, el sistema educativo actual de España pienso que nos ayuda nada en el tema de seguir lo que queremos ¿algunos motivos? La disminución del valor de las becas y los requisitos para poder optar se han visto disminuidos. Se crea la cultura del esfuerzo, no es algo que esté mal, todo lo contrario, años atrás como en muchas otras cosas se ha desaprovechado el dinero bastante, sin escaparse de ello, las becas que muchos sin hacer el más mínimo esfuerzo obtenían para viajar o comprarse sus “modelitos”. En ese aspecto la nueva ley ha supuesto una norma a este robo de dinero que se les da a los alumnos para que lo usen en sus estudios y no en caprichos personales.
                    Otra cuestión bien distinta es los porcentajes de aprobados que hay que tener para poder ser beneficiario, que se ha convertido en algo ficticio. El no poder aprobar el 100% de los créditos supone simplemente optar al pago de la matrícula y el  transporte, materiales, asignaturas suspendidas… han de ser pagadas por el alumno. ¿Por qué mejor no hacer una consideración por todas aquellas familias de clase “media-baja”, y por aquellas personas que simultáneamente trabajan y estudian a la vez y que con esta nueva ley son incompatible. Se ve que el ministerio y sus asesores provienen de familiares con altos poderes adquisitivos. Deberían reflexionar y ponerse en la piel de las familias que no llegan a final de mes, esos padres que muy a pesar suyo  no podrán enviar a sus hijos a la universidad, consecuentemente de que las propias universidades se encontrarán vacías en unos años puesto que cada día en este país las rentas de las familias son inferiores y donde solo los ricos podrán tener acceso a la universidad. Mi cuestión es, ¿las ayudas no son para las personas más necesitadas? He llegado a la conclusión de que tanto el gobierno en su totalidad, como sus asesores, realmente no saben dirigir este país, se supone que han de conseguir el máximo rendimiento con los mínimos gasto, donde creo que si se han cumplido lo de los mínimos gasto para maquillar sus cuentas, pero lo del máximo beneficio lo dudo, a penas que lo que quieran es generar un país de gente insuficientemente cualificada”
                    ¿Como nos quedamos después de terminar de leer esto? ¿Qué cosas eres capaz de destacar de todo lo que ha dicho en este escrito? Principalmente deberíamos quedarnos con la boca bien abierta al leer como ella, simplemente con 14 años, ya se encuentra o se ve envuelta en esa trama en el que nos ha metido nuestro gran y más preciado gobierno.
                    ¿Qué opinan? ¿Creen que los jóvenes a esas edades son capaces de tomar la decisión o camino correcto para sus propios futuros? Más bien, lo que se puede captar de la realidad, es que se centran más en mercantilizarnos, especializarnos únicamente para conseguir personas específicas de cada uno de los trabajos necesarios en nuestra sociedad, que en centrarse en educarnos, en llenarnos de valores, actitudes y aptitudes necesarias para hacer frente a las realidades que se nos deparan. María se centra y nos deja entrever las preocupaciones por las notas, por las calificaciones, por números que determinarán el día a día de su pasado, presente y futuro. En donde estamos convirtiendo el sistema educativo en una prueba para mejorar en el informe PISA y donde erróneamente se piensa que la educación es solamente lo que se ve en el informe, y no, la educación va mucho más allá de todo ello.

                    Y como no, nos delita haciendo mención a nuestras gran amigas las “becas”, si buscamos en la Real Academia Española la palabra “beca”, nos indican que son subvenciones para realizar estudios o investigaciones. Ahora bien, ¿Para quién?, ¿Cuántas y cuantos no consideramos que deberíamos poder optar a una cuantía de beca ya sea fija o variable? ¿Cuántos alumnos no ven como individuos a los cuales el dinero les sobra, o no exactamente les sobra, pero sí que cuentan con el necesario y el gran ministerio de educación les premia con una grandiosa beca? A ello es a lo que nos enfrentamos en la realidad, a que se lleguen a tomar medidas extremas de tener que aprobar todo para poder optar a ella o que cumplan los requisitos tan famosos que tienden a poner. Pues por todo ello por el mal desperdicio que han llegado hacer,  es por lo que al día de hoy tienden o deben como indican, a tomar medidas tan rigurosas. Y ¿qué conseguimos con todo esto? Conseguimos volver a retroceder en el tiempo, volvemos a caer el en socavón de que solo los “ricos” o “privilegiados”, como prefieran llamarlos son los que podrán estudiar, optar por unos estudios universitarios y ser aquellos que la sociedad envidien. ¿Es justo todo esto?

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